
Me haces tan feliz que todo lo que veo
me parece que fuera un perfecto sueño.
Veo tu corona, la que le refleja tu majestuosidad,
veo tus ropas, las que me dicen que eres modesto,
veo tu capa escarlata, la que me muestra que hay
un mundo entero debajo de ella
y veo tus ojos,
tan exquisitamente hechizadores, que
aunque no tuvieras ni tu capa ni tu corona
seguirias siendo mi amable y gentil rey,
mi bello y profundo sueño,
mi hermosa e increíble realidad.
No estoy sentada sobre una nube,
no lo estoy, estoy acurrucada sobre tu pecho,
no estoy volando por el cielo como una gaviota,
pero me siento como una a tu lado.
No estoy nadando en un mar de azúcar,
estoy besando tus irresistibles labios.
No estoy tocando el rostro de un ángel,
estoy aferrada a tu cuerpo tiernamente.
No estoy pecando de adoración a falsos dioses,
estoy amando sin tiempo y sin medida.

No hay comentarios:
Publicar un comentario